martes, 22 de octubre de 2019

LA RAZÓN DE TODO


Cuando sientes algo tan grande en tu corazón, es fácil perder el sentido y desorientarse, olvidamos la realidad y llenamos nuestra existencia con sentimientos que no son correspondidos o que no llevan a ninguna parte. Siempre he tenido claro eso, y es importante vivir con la razón puesta en la realidad ya que hay ciclos que se cumplen.

Soy consciente que todos mis pensamientos que he plasmado pueden ser incomprendidos por la realidad en la que vivimos, y también que por más que intente decir o hacer algo, estará limitado por la razón, pero hay algo muy claro, muy evidente y de lo que estoy seguro es que lo que siento por ti es más grande que mi propia comprensión de la razón. No es locura ni terquedad, es algo que está vivo en mí, es algo que siento y no puedo dejar de sentir, es un sentimiento real que vive a flor de piel en mí.

Si fuera algo pasajero ya hace mucho tiempo hubiera dejado de sentir y es el tiempo una de las pruebas que me demuestra que eres para mí, más grande que cualquier otra cosa, por eso hasta el día de hoy no dejó de apreciarte, te veo con muchísimo cariño, estas presentes en mi vida, y tu esencia de mujer me llena de alegría con solo pensarte. Podría decir tantas cosas más de las que ya repetidamente he dicho con anterioridad pero que sin embargo tengo la mentalidad presente de que es tarde todo esto y que no voy a lograr nada con esto más que desahogar mis sentimientos y mis emociones, que es lo que me ha ayudado a seguir sin mirar al pasado recordando con dolor mis errores, sino más bien sonriendo valorando todo lo que aprendí, y es haciéndolo de esta manera dejando que mis pensamientos fluyan agradeciendo por lo que tengo hoy en día.

Lo anterior mencionado tiene que ver contigo y es porque tú eres eso de lo que soy ahora, me diste una gran lección de vida y es una de las cosas que tanto aprecio, y por esa misma enseñanza que me diste es por lo que no he renunciado a ti y busco tenerte en mi vida tanto como una amiga, pero también como alguien especial, que me moldeo con cada cosa que viví contigo, los sentimientos que a través de los años sentí y que hoy por hoy sigo aprendiendo de tu fortaleza no solo como persona, sino también como una especial y linda mujer para mí.

Ese aprendizaje tan valioso para mí que tanto menciono, fue el de poder amar con totalidad a una sola persona, el de poder entregar ciegamente mis sentimientos y el de tener el valor de poder guardar dentro de mí, emociones y sentimientos entendiendo que no es necesario destruir nada para poder vivir en paz y feliz con las personas que amando no queremos dejar en el camino, más allá de lo que aprendí de ti como persona, es lo que aprendí sentimentalmente, y con la pérdida de tu amor también tuve la gran enseñanza de valorar y apreciar con fuerza y determinación esos sentimientos que tan puros son cuando salen del corazón. Aprendí tanto de ti que realmente no puedo verte como una chica cualquiera, yo una vez me prometí que siempre iba a querer a quien me diera una gran lección de vida, y sé que, aunque tu intención no fue enseñarme cosas, ¡Lo hiciste! sin darte cuenta… pero lo hiciste. No solo te quiero por esa promesa que me hice un dia, yo te quiero porque realmente lo siento, porque eres especial para mí y por qué fuiste capaz de seguir amando y dando todo lo mejor de ti sin esperar mucho a cambio, porque te superas cada vez más, y por qué logras compartir con los demás sin miedo, sobre todo te quiero por ser simplemente la mujer que eres.

Pasarán muchos años y este sentimiento aún estará guardado en mí, soy feliz con lo que tengo, quiero seguir aprendiendo más de ti, de la vida, pero lo más importante es que, aunque no te pueda decir en este justo momento que estoy escribiendo esto, pero si me gustaría que supieras algun dia estas palabras, que tu siempre contaras conmigo, aunque no me veas, no me sientas, o te olvides de mi, y hay algo que te he dicho muchas veces y lo diré una vez más… yo NUNCA me olvidare de ti.